Artículo

Burundi/Tanzania: el viaje de una refugiada hasta un lugar seguro

Amala Niyogushima colocó a su bebé sobre la mesa. Junto a ella, los niños estaban pendientes de la distribución de bizcochos y bebidas gaseosas que se haría para ayudarlos a recuperarse del largo viaje. Habían escapado de la amenaza de la violencia, pero enfrentaban un futuro incierto.

El 20 de mayo, conocimos a Amala (nombre ficticio) en un barco malgache, una de las dos embarcaciones fletadas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para transportar a los refugiados burundeses desde la aldea de Kagunga, en las costas del lago Tanganica, a la ciudad de Kigoma, en Tanzania.

Estos niños, procedentes de la aldea de Kagunga, se hallan en un barco que los lleva a Kigoma. Todos los refugiados reciben galletas de alto contenido energético, porque han pasado varios días sin comer una comida completa. CC BY-NC-ND/CICR/L. Kamau

Amala abordó el barco tras pasar dos semanas en la costa del lago, en Kagunga. Aliviada por hallarse entre las personas que partían a Kigoma, habló de la situación que la había llevado a Tanzania.

A principios de abril, un grupo de hombres desconocidos se presentó en la casa de Amala buscando a su marido, quien no se encontraba en el lugar. Los hombres le dejaron un mensaje, diciendo que volverían. Al regresar a su casa y recibir el mensaje, el esposo de Amala huyó para ocultarse, dejando atrás a Amala y a sus hijos.

Mientras tanto, en Rumonge, la aldea de Amala, se rumoreaba que la violencia llegaría hasta allí y, para mediados de abril, ya nadie se sentía seguro. Amala, sin embargo, se hallaba presa de un dilema. Estaba embarazada de nueve meses y no sabía dónde estaba su esposo. La única opción que tenía era la de esperar hasta el parto. Mientras tanto, sus vecinos empezaron a huir. Mientras ella esperaba, otras personas más vinieron a preguntar dónde se hallaba su esposo y hasta la acusaron de ocultarlo, a raíz de lo cual Amala comenzó a preocuparse por la seguridad de su familia.

Un viaje de seis horas a la seguridad

Para ese momento, cada vez más personas estaban dejando la aldea y los rumores acerca de la violencia se intensificaban. Dos semanas después de dar a luz, Amala se sintió lo suficientemente fuerte como para viajar y el 6 de mayo, junto con sus cinco hijos y algunos de sus vecinos, inició el viaje de seis horas que la llevaría a Kagunga, en la frontera entre Burundi y Tanzania.

Esa semana, el ACNUR registró la mayor afluencia de refugiados hasta el momento, cuando, según los informes, más de 15.000 personas entraron a Tanzania a través de Kagunga. Para Amala, era difícil permanecer en Kagunga, porque faltaban los alimentos, el agua y la vivienda. La situación se complicó más aún por un brote de cólera, que hasta ahora ha causado la muerte de 31 personas.

No obstante, en este día en particular, Amala se se sentía llena de esperanza. Finalmente se hallaba camino a Kigoma, lo que significaba que pronto encontraría tranquilidad y refugio. Sus memorias de Burundi están llenas de dolor y sufrimiento, y su única esperanza es la de empezar una vida nueva. Para algunos refugiados, Tanzania ha sido un refugio seguro al menos dos veces en el pasado.

Cuando Amala subió al autobús que la llevaría al estadio Lago Tanganica, con su nueva hija entre los brazos, uno sólo podía imaginarse los sueños que abrigaría para sus hijos.

La historia de Amala es una de tantas que aún no se han contado, de los más de 70.000 refugiados que huyeron de Burundi a Tanzania debido a los disturbios civiles causados por la inestabilidad política. Actualmente, en Kagunga quedan menos de 4.500 refugiados, mientras que, hasta ahora, se asentaron en el campamento de refugiados de Nyarugusu unas 42.000 personas.

Kigoma, Tanzania. Los refugiados burundeses llegan hasta los barcos en pequeños botes. CC BY-NC-ND/CICR/L. Kamau

Descargar
archivo JPEG
547.7 KB

Kigoma, Tanzania. Estos niños, procedentes de la aldea de Kagunga, se hallan en un barco que los lleva a Kigoma. CC BY-NC-ND/CIC

Descargar
archivo JPEG
462.07 KB