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Camerún: Fadimatou recibe asistencia vital tras huir del conflicto en el norte

A pesar de los reiterados enfrentamientos en su aldea, Fadimatou Abbas se resistía a abonar Fotokol, situada en el extremo norte de Camerún, a pocos kilómetros de la frontera con Nigeria. Pero a mediados de enero de 2016, un incidente grave la obligó a decidirse.

"Un día a la madrugada, explotó un proyectil en nuestro patio. Destruyó parcialmente la casa ,y muchas de nuestras pertenencias fueron consumidas por el fuego", recuerda Fadimatou.

Temiendo por su vida y la de su familia, Fadimatou, de 25 años de edad, decidió huir junto con sus cuatro hijos, su esposo y los diez hijos de su esposo de un matrimonio anterior. Tras una caminata de varios días, llegaron al pueblo de Maltam, donde ya se alojan más de 6.000 persona desplazadas. Decidieron quedarse allí hasta que mejorasen las condiciones para volver a casa.

Pero en Maltam también está afectada por las consecuencias del conflicto. Los residentes deben compartir lo poco que tienen con los nuevos pobladores, disminuyó la actividad económica y no hay trabajo. La zona ya sufría los efectos del clima, y la violencia no hizo más que empeorar la situación. El esposo de Fadimatou fue a buscar trabajo en Kousseri, a 30 kilómetros al sur de Maltam. Si bien encontró algo, no logra satisfacer las necesidades de su familia. El dinero que puede enviarles cubre apenas los gastos para sus hijos, entre ellos los necesarios para enviarlos a la escuela.

Al principio no le di ningún crédito. Otras organizaciones ya nos habían visitado antes, pero ninguna volvió a aparecer.

Cuando los colaboradores del CICR se hicieron presentes en Maltam, comenzaron a llevar un registro de las personas desplazadas por el conflicto. Esta tarea ya les aportó un rayo de esperanza. No obstante, Fadimatou permaneció escéptica: "Al principio no le di ningún crédito", contó Fadimatou. "Otras organizaciones ya nos habían visitado antes, pero ninguna volvió a aparecer". Sin embargo, Fadimatou recibió hoy 74 kg de sorgo, 25 kg de alubias niébé, 1 kg de sal, 10 litros de aceite y 12 kg de harina enriquecida. Esta asistencia cubre en alguna medida la brecha alimentaria generada por el conflicto. "Nos prometieron cinco distribuciones como esta hasta fin de año. Espero que cumplan con su palabra", finalizó diciendo con una sonrisa.

Cette première distribution redonne un peu d'espoir à Fadimatou et ses enfants.

Esta primera distribución logró que Fadimatou y sus hijos recuperaran algo de esperanza. CC BY-NC-ND / CICR / Taoffic Touré

En total, el CICR distribuyó alimentos a más de 35.000 personas desplazadas y a 8.200 residentes en cuatro pueblos y aldeas del departamento de Logone-et-Chari, entre ellos Maltam. Pocos días después, se distribuyeron también láminas de plástico, esteras, utensilios de cocina, frazadas y artículos de aseo femenino.