Cientos de miles de personas han huido de la violencia en Rakhine, Myanmar. La mayoría cruzaron la frontera hacia Bangladesh.
Cientos de miles de personas han huido de la violencia en Rakhine, Myanmar. La mayoría cruzaron la frontera hacia Bangladesh.
La vida de quienes padecen esta trágica situación se ha vuelto insostenible. Continuaremos intensificando nuestras operaciones para llegar a cientos de miles de personas que necesitan nuestra asistencia.
La vida cotidiana de las personas que han tenido que desplazarse ha quedado destruida. Necesitan tener acceso a agua potable, alimentos, atención médica y vivienda.
En medio del caos, muchas personas fueron separadas de sus familias y sus seres queridos. El restablecimiento del contacto entre familiares será crucial.
Las condiciones climáticas desfavorables también representan una amenaza para la salud y el bienestar de la población, dado que los refugios son inadecuados para albergar la afluencia de personas en la zona fronteriza.
La mayoría huyó de la violencia en Rakhine, Myanmar, solo con lo puesto y prácticamente sin esperanzas para el futuro.
Atender sus necesidades básicas es solo una parte de la ayuda que necesitan para reconstruir sus vidas.
La mayoría de las personas que huyen de la violencia son niños. Son los más vulnerables ante los efectos de esta trágica situación.
Dada la gran cantidad de niños afectados por este conflicto, resulta crucial intensificar la asistencia, a fin de atender sus necesidades más urgentes.
Rakhine es el estado más pobre de Myanmar y, a lo largo de los años, ha sido gravemente afectado por situaciones de violencia y otras catástrofes, como las inundaciones.
Los actuales brotes de violencia han obligado a unas 400.000 personas a huir del estado hacia el vecino país de Bangladesh en un lapso de tiempo muy breve. Los organismos internacionales de asistencia afrontan un desafío único: garantizar que cientos de miles de personas puedan recibir socorros básicos en medio de la creciente crisis. El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja intensifica sus operaciones en Myanmar y en Bangladesh, incluidas las zonas fronterizas.
Mientras continuamos incrementando nuestras actividades de asistencia para todas las personas que huyen de la violencia, necesitamos con urgencia fondos adicionales.