Declaración conjunta. Comité Internacional de la Cruz Roja / Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja
En ocasión del Día Internacional de la Mujer, que el mundo celebra el próximo domingo, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja hace un llamamiento para incrementar los esfuerzos tendientes a proteger y apoyar a las mujeres y las niñas, que están expuestas a múltiples formas de violencia a causa del conflicto en Siria y que necesitan desesperadamente acceder a los servicios de asistencia de salud vitales. Las mujeres cumplen un importante papel en ayudar a las familias y las comunidades a sobrevivir al persistente trauma de ese conflicto, que está iniciando su quinto año, y merecen recibir mucho más apoyo y ayuda.
Se puede hallar ejemplos de cómo las mujeres salen adelante durante la crisis en cualquiera de los sitios donde los pobladores se han refugiado de los enfrentamientos. Por ejemplo, en un asentamiento de refugiados improvisado en Ketermaya, Líbano, Nejmé, de catorce años de edad, enseña lectura, escritura, matemática y ciencia a un animado grupo de niños. Esta resiliente joven mujer de las afueras de Damasco ofrece clases al aire libre como una pequeña pero positiva distracción para los niños de corta edad, algunos de los cuales han pasado la mitad de su vida huyendo de los horrores de la guerra. "Con estas clases, espero ayudarles a olvidar sus problemas y la pérdida de sus seres queridos", explica.
A varios centenares de kilómetros de allí, Kadija, de 44 años de edad y con cuatro hijos, lucha por mantener a su familia como refugiada en Erbil, Irak. En esa localidad, más de 80.000 sirios se han instalado donde han encontrado un techo: en garajes, edificios en construcción, asentamientos informales o pequeños apartamentos. "Sobrevivimos porque nuestros vecinos iraquíes nos dan comida al menos dos o tres veces por semana", dice Kadija, viuda que va encontrando algún que otro trabajo para mantener a su familia. "Pero no es suficiente. Cada día tengo que encontrar alguna forma de que mis hijos sobrevivan."
Estos son solo dos ejemplos de mujeres que afrontan las graves penurias que ha causado el conflicto que lleva cuatro años en Siria. Casi ocho millones de personas han tenido que desplazarse dentro del país y otros cuatro millones han buscado refugio en otros lugares (principalmente en los países vecinos de Irak, Jordania, Líbano y Turquía). De esas personas, unos cuatro millones son mujeres y adolescentes, muchas de las cuales ahora son la cabeza o el sostén de familias que han perdido a maridos, padres y/o hijos.
Mientras tanto, el acceso a la asistencia de salud que estas mujeres y jóvenes necesitan es muy limitado justamente cuando su propia salud, y la de sus familiares, es sumamente frágil. No obstante, las mujeres suelen ser las que sostienen la resiliencia de familias y comunidades, al mantener a sus familias saludables, alimentadas y juntas.
"Las mujeres son absolutamente imprescindibles a la hora de dar esperanza y permitir que sus familias salgan adelante en las situaciones más difíciles", dice Tadateru Konoé, presidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR). ""Debemos atender su situación y garantizar que reciban apoyo por todos los medios necesarios."
Una forma clave de apoyo es garantizar el acceso a los servicios de asistencia de salud básicos. "Con frecuencia, el mayor impacto en la salud que causa el conflicto no son las heridas que infligen las balas y las bombas, sino los efectos secundarios causados por el desplazamiento, la contaminación de las fuentes de suministro de agua, la alimentación deficiente y la interrupción de los servicios de salud", dice Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja. "Junto con los niños, las mujeres sufren en forma desproporcionada, ya que rara vez se satisfacen sus necesidades en materia de salud en la lucha diaria por sobrevivir."
De los 2 millones de personas que han huido de sus hogares a causa de este conflicto, unas 500.000 son mujeres embarazadas que están en situación de riesgo, a causa de la malnutrición, la falta de acceso a servicios de obstetricia adecuados y otros factores.
El Movimiento Internacional también insta a todas las partes en el conflicto a que respeten y protejan al personal y los voluntarios de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y de otros organismos humanitarios, muchos de los cuales son mujeres. De los 40 voluntarios de la Media Luna Roja Árabe Siria y los siete de la Media Luna Roja Palestina que han resultado muertos desde el inicio del conflicto, tres eran mujeres.
En las actividades humanitarias que despliegan en la región, el CICR y la Federación Internacional trabajan en colaboración con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en los países afectados a fin de prestar diferentes tipos de apoyo, como distribución de alimentos, entrega de tarjetas para comprar alimentos y provisiones, prestación de primeros auxilios, transporte médico de urgencia y proyectos de generación de ingresos para ayudar a los afectados a volver a autoabastecerse.
Numerosos hombres y mujeres han podido tener un mayor control de sus vidas cuando han recibido apoyo y protección. Un ejemplo es el caso de Siba, madre y jefa de familia que huyó de los enfrentamientos en el norte de Siria hacia Turquía. "Tenía que ayudar a mi familiar, por eso tomé clases de turco", explica Siba. "Luego de siete meses, comencé a trabajar en una compañía telefónica y después en un hospital como traductora."
Ante toda situación de crisis o desastre, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja se esfuerza por incrementar la capacidad de las mujeres de satisfacer sus propias necesidades y da prioridad a las mujeres y las jóvenes vulnerables en países y comunidades de todo el mundo.
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En Ginebra: •Dibeh Fakhr, CICR, encargado de relaciones públicas
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•Benoit Matsha-Carpentier, FICR, responsable principal de medios de comunicación
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En Beirut: •Jessica Barry, CICR, coordinadora de comunicación para Siria
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•Tommaso Della Longa, FICR, coordinador de comunicación sobre crisis en Siria
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