'La dignidad de una persona no debe terminar con la muerte'
Testimonio del trabajo de un antropólogo forense en Colombia
A la muerte nadie se acostumbra, o eso piensa Ángel Medina, antropólogo forense del Comité Internacional de la Cruz Roja en Colombia. Lleva trabajando más de cuatro años en la Institución recuperando cuerpos, en ocasiones, en zonas muy remotas o peligrosas del país.
Si bien su trabajo implica con enfrentarse a un mundo lleno de dolor, la recuperación de restos o la identificación de algunos de ellos también trae grandes recompensas.
Por más casos que tengamos, jamás nos volvemos indolentes. No hay nada mejor que sentir que le ayudaste a la familia de una persona desaparecida a hacer valer su derecho a saber gracias a que encontraste el cuerpo de su ser querido.
Trabajó en Kosovo, Chile y volvió a Colombia durante la época más compleja del conflicto armado. Sin embargo, cuando empezó a estudiar para convertirse como antropólogo forense, llevar sus conocimientos a la práctica parecía casi un sueño porque para entonces en el país había muy pocos profesionales encargados de analizar restos mortales.
"Pienso que la misma dinámica del conflicto armado y la violencia hizo necesario que muchos más antropólogos nos preparáramos para esto que vive el país, donde hay miles de personas desaparecidas por actores armados y que ahora necesitan que se sepa sus causas de muerte y conocer quiénes eran", afirma.
No obstante, recuperar restos mortales en países en conflicto no siempre es fácil. "En ocasiones, he tenido que estar en medio de tierras minadas o ir a lugares en los que quedo en fuego cruzado junto a mi equipo".
A pesar de que el conflicto armado en Colombia ha dejado muchas víctimas, Medina hace un llamado sobre las condiciones en las que se encuentran algunos cuerpos en los cementerios, ya sea porque están en condiciones no aptas para su posterior identificación (debido a su mala conservación) o porque no se tiene el registro real de lo que tienen. "Es una falta que demuestra que descuido hacia las víctimas. La primera víctima es la que murió en el lugar de los hechos violentos y se debe tener en cuenta que la dignidad de la persona no termina con la muerte".