En todo momento y lugar, promovemos el respeto por la vida y la dignidad de las personas, especialmente aquellas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad. La humanidad es el instinto natural de ayudar a los demás, un propósito que trasladamos a todos los que participan en nuestros proyectos —voluntariado, trabajadores y trabajadoras, socios, aliados y las personas de las comunidades a quienes dirigimos nuestra acción—, para que también puedan ser de ayuda para sus familiares, vecinos o compañeros. Actuar con humanidad es un llamado a la acción en beneficio de los otros. En la foto, la directora de un centro de salud en el estado Aragua abraza a una trabajadora del CICR, durante la entrega formal de la remodelación del ambulatorio que hicimos para mejorar la atención de salud en su comunidad.
La imparcialidad nos guía para darle a cada persona la oportunidad de contar su historia, de mostrar su punto de vista, y, desde allí, habilitar un espacio para la diversidad, el respeto y la comprensión. Ayudar a las personas sin hacer distinciones —por raza, cultura, religión, ideología política, orientación sexual, etc.— es un ejercicio de empatía que nos permite dar respuesta a sus necesidades generales y específicas, sin importar su origen. En Apure, un trabajador del CICR conversa y comparte con uno de los productores de cacao a quien apoyamos para que mejorara su proceso de producción y sus ingresos económicos.
La bandera de la neutralidad nos permite proteger y asistir a las personas vulnerables en todo momento, así como llegar a los lugares de difícil acceso donde hay necesidades urgentes y diversas. Este principio nos orienta para no tomar partido en caso de controversias —sean religiosas, culturales o políticas— y también nos permite dialogar con todos los actores presentes en los contextos donde trabajamos. Solo de esta forma podemos cumplir con nuestro cometido de ayudar sin discriminación. Neutralidad no significa que ignoramos lo que sucede, pero en vez de emitir declaraciones públicas, nos dirigimos a todos los que tienen impacto en una situación humanitaria y dialogamos con ellos de manera confidencial, para encontrar vías que disminuyan las situaciones que vulneran a las personas y comunidades. Por ejemplo, realizamos charlas para oficiales de seguridad sobre la importancia del uso debido de la fuerza en sus operaciones.
Ser independientes significa que las decisiones que tomamos como Movimiento son autónomas de políticas de gobiernos y órganos intergubernamentales; responden únicamente a los principios humanitarios y se basan en las evaluaciones que constantemente realizan nuestros equipos en el terreno, quienes están en contacto directo con las comunidades. Estas disposiciones están orientadas por nuestro cometido: aliviar el sufrimiento de las personas afectadas por determinadas situaciones de violencia. En la foto, una mujer de Apure le cuenta a un trabajador del CICR cómo su cosecha ha crecido con el apoyo que le hemos ofrecido.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja cuenta todos los días con cientos de personas de todas las edades, culturas, religiones, nacionalidades, quienes —con el deseo único de ayudar a las personas en situaciones de vulnerabilidad— prestan su apoyo y conocimientos en diversos proyectos. La dedicación, el compromiso y la humanidad de todo el voluntariado hace una gran diferencia para que podamos llevar a cabo nuestras acciones. Estos voluntarios y voluntarias donan su tiempo con mucha pasión para salvar vidas en todo el mundo, son ellos el verdadero corazón del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. En esta foto, un voluntario de la Cruz Roja Venezolana está atendiendo a un paciente durante una jornada de salud que realizamos en conjunto para la comunidad de Petare.
El principio de unidad se refiere a que, en cada país donde esté presente el Movimiento, debe haber una sola Sociedad Nacional. En nuestro caso, la Cruz Roja Venezolana, una organización con una larga historia, con presencia en todos los estados y con voluntad para atender a todas las personas que lo requieran. Esta unidad marca el cuadro en el que actuamos: unidos, juntos, solidarios. Aquí, un joven voluntario le entrega un kit con útiles escolares a una niña y su madre en El Callao, estado Bolívar.
El hecho de ser un Movimiento verdaderamente universal se materializa con la presencia de al menos uno de nuestros componentes en cada país (la Sociedad Nacional de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, el Comité Internacional de la Cruz Roja o la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja). De esta forma podemos ayudar a personas en todo el mundo y trabajar como una red que se apoya y fortalece mutuamente, para dar respuesta a las necesidades más allá de las fronteras físicas del país. En muchas actividades como esta en el estado Bolívar, trabajamos junto a la Cruz Roja Venezolana para complementarnos.
Cada 8 de mayo el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja; y las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja en todo el mundo, recordamos el nacimiento de Henry Dunant, el fundador del Movimiento del que formamos parte, un equipo que año tras año ayuda a miles de personas que viven en situaciones de vulnerabilidad.
Quienes pertenecemos al Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, entregamos todo de nosotros para mantener viva la humanidad, el principio originario de nuestra organización. Este principio trasciende nuestra labor, ya que forma parte de cada persona a la que apoyamos y que, a su vez, se convierte en aliada para ayudar y motivar a otras a seguir adelante.
El emblema de la cruz roja, así como de la media luna roja y el cristal rojo, son símbolos de esperanza, acompañamiento y orientación para aquellas personas que están en busca de respuestas. Escucharlas y observar su disposición para trabajar en equipo nos motiva a seguir creando proyectos en diferentes ámbitos que les den la oportunidad de reconocer el potencial y las habilidades que tienen. Hoy, en un día tan especial, seguimos a su lado para mantener viva la humanidad, así como todos nuestros principios.