Escalada de combates en Libia: retrato de cuatro hombres valientes

Cinco años han pasado desde la revolución en Libia, y las balas siguen causando estragos. A medida que se intensifican los enfrentamientos, la situación empeora y la población tiene que huir. A continuación, se presentan los retratos de cuatro valientes pobladores de Libia que tratan de alimentar a sus familias y mantenerlas a salvo, mientras el conflicto arrasa a su alrededor.

Fathi y Masaoud

Fathi y Masaoud son amigos de toda la vida. Las prolongadas luchas en Sirte los obligaron, finalmente, a huir con sus familias hacia la relativa seguridad de Misrata. Debido al deterioro de la situación económica del país, se limitaron los retiros de dinero de las cuentas bancarias, por lo que es difícil pagar los alquileres mensuales. Ahora, Fathi está buscando un trabajo para ayudar a mantener a su familia a flote, mientras que Massoud, que no ha recibido un salario desde enero, trabaja como taxista para poder alimentar a su esposa y a sus tres hijos.

Ahmed

"Hemos visto cosas estremecedoras, desde personas con lesiones graves hasta moribundos; no escatimamos esfuerzos para tratar de salvar sus vidas", dijo Ahmed. "Sin embargo, ningún curso de formación puede preparar emocionalmente para estar frente a personas que se están muriendo; se aferran firmemente, no quieren estar solas y no se puede hacer más que estar junto a ellas y proporcionarles un último gesto de humanidad antes de que dejen este mundo."

Ahmed es voluntario desde que tenía once años de edad. A los catorce años, tras la muerte de su padre, comenzó a mantener a la familia y, a los 23 años, empezó a ayudar a las personas afectadas por los combates en Libia. A los 27 años, fue desplazado debido a los combates en su barrio en Bengasi. A pesar de estas dificultades, la motivación de Ahmed es más fuerte que nunca para continuar su voluntariado con la Media Luna Roja Libia.

Hajj - Ali Mohamed

Hajj - Ali Mohamed es el sostén de una familia de ocho personas, que ahora viven en una pequeña casa de dos habitaciones, en Misrata. Uno de sus hijos sufre de un trauma psicológico causado por la conmoción recibida después de que un proyectil cayó cerca de su casa y provocó la muerte de seis de sus vecinos. La familia no se atrevió a salir de su casa durante tres meses, hasta principios de mayo, cuando se embarcó en un peligroso viaje de diez horas. A pesar de su dura experiencia, Hajj-Ali Mohamed sigue con el firme propósito de encontrar el tratamiento adecuado para su hijo.