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Filipinas: mantener las fuentes de ingresos de los agricultores en Negros

La mayoría de los agricultores filipinos consideran que los carabaos o búfalos de agua son compañeros leales. En comunidades remotas en las que se suele labrar la tierra de forma tradicional, los agricultores dependen en gran medida de la paciencia y el trabajo duro del carabao para hacer sus labores.

Delilah es una hembra de carabao de 3 años que ayuda a Joelito a arar sus tierras desde hace ya más de un año. "Cuando la Cruz Roja nos dio a Delilah, lo agradecí mucho. Nunca pensé que podría tener un carabao, ya que no podía permitirme comprar uno con mis escasos ingresos", recuerda Joelito, un cultivador de arroz de 53 años.

En 2014, para contribuir a mejorar los ingresos de los agricultores y a impulsar la producción en Nabulao y Camindangan (dos aldeas agrícolas de Sipalay City, en el sur de la provincia de Negros Occidental), el CICR facilitó recursos para la agricultura como carabaos, herramientas manuales, semillas de hortalizas, maquinaria agrícola y sesiones de formación. Las comunidades de estas zonas afrontan, además de unas duras condiciones de vida, los efectos de la violencia armada esporádica.

Para quienes dependen de la agricultura de secano en Sipalay, la temporada de lluvias significa una cosa: empieza la siembra. Se puede ver en los campos a los cultivadores de arroz, con otros miembros de sus familias que los ayudan. CC BY-NC-ND/CICR/Von Gustilo

Para el tipo de agricultura de secano que ejerce Joelito, es vital aprovechar la temporada de lluvias. Para los pequeños agricultores como él, incluso alquilar un carabao supone una pérdida de tiempo y es caro. Y la falta de disponibilidad de un carabao puede retrasar la siembra y llevar a que la producción sea escasa. "La coordinación del tiempo es clave", explica.

Con Delilah, Joelito ha podido sembrar a tiempo, mientras que el dinero que ahorra lo dedica a satisfacer otras necesidades esenciales. "Puedo empezar a ahorrar dinero para la educación de nuestros hijos. Espero poder mandar a la universidad a al menos uno de mis hijos."

Delilah también ayuda a Joelito a ampliar sus cultivos y utilizar como huerto la parte de su tierra que es montañosa y no apta para el cultivo de arroz. "Mi familia cultiva maníes y alubias mung mientras espera la temporada de cosecha", explica Joelito. "El huerto nos da una fuente adicional de ingresos para satisfacer las necesidades de nuestros cinco hijos, teniendo en cuenta que tres de ellos van a la escuela."

En el marco de la estrategia de mantener sus ingresos, los agricultores han accedido a compartir las crías de carabao. Joelito permitirá que Delilah tenga cría después de la próxima temporada de siembra, cuando la necesitará menos.

Relato de Von Gustilo, colaborador local del CICR