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Informe Anual Centroamérica 2019

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) es una organización humanitaria que trabaja bajo los principios fundamentales de imparcialidad, neutralidad e independencia, y tiene la misión de proteger la vida y la dignidad de las víctimas de los conflictos armados y de otras situaciones de violencia, así como de prestarles asistencia. El CICR se esfuerza en prevenir el sufrimiento mediante la promoción y el fortalecimiento del derecho y de los principios humanitarios universales.
El CICR tiene misiones permanentes en San Salvador, Tegucigalpa, Ciudad de Guatemala y Managua, cuyo trabajo se coordina con la Delegación Regional para México y América Central, con sede en Ciudad de México.

En el punto de mira:

Migración y desplazamiento interno: una huida incierta

Por Jordi Raich, jefe de la Delegación Regional del CICR para América Central y México

Herederos de la guerra: ¿aislar o reintegrar?

Por Ariane Tombet, jefa de Misión del CICR en Nicaragua; Kian Abbassian, jefe de Misión del CICR en Guatemala; Olivier Martin, jefer de Misión del CICR en El Salvador, y Alexandre Formisano, jefe de Misión del CICR en Honduras. 

Introducción:

El CICR colabora estrechamente y coordina sus acciones con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja de los países de Centroamérica. Las actividades principales de la institución persiguen prevenir el sufrimiento humano ocasionado por la violencia y se enfocan en dar respuesta a las necesidades de:

problemáticas centroamérica

Situación humanitaria:

En el Norte de Centroamérica, concretamente en El Salvador, Guatemala y Honduras, persiste la violencia armada organizada y registra niveles de violencia y homicidios que se encuentran entre los más altos del mundo.

La violencia, sumada a limitaciones al acceso a la educación, salud y otros servicios públicos esenciales, así como la falta de perspectivas económicas, continúa siendo la causa principal de los desplazamientos y las migraciones, por su culpa cientos de miles de personas dejan cada año sus hogares en busca de mejores oportunidades. Esa violencia está presente en casi todos los aspectos de su vida cotidiana y genera daños tanto físicos como psicológicos.

El personal sanitario y docente no es ajeno a esta realidad. Las niñas, niños y adolescentes son especialmente vulnerables al reclutamiento forzado por bandas armadas, al progresivo deterioro del tejido social y a la falta de oportunidades educativas y laborales.

el salvador

En El Salvador se llevan a cabo proyectos con varios socios para promover la inclusión sociel de jóvenes que viven en zonas afectadas por situaciones de violencia CC BY-NC-ND/CICR/L. Ortiz

Las personas migrantes, entre quienes hay menores no acompañados, enfrentan riesgos similares a los de los habitantes de las zonas afectadas por la violencia. En las rutas migratorias suelen perder el contacto con sus familiares y tienen un acceso mínimo o nulo a los servicios básicos. Las políticas migratorias restrictivas adoptadas en países de tránsito y destino obligan a muchos migrantes a tomar rutas más peligrosas para no ser descubiertos. Las personas migrantes detenidas por las autoridades son en ocasiones deportados a sus países de origen sin la oportunidad de solicitar protección internacional, o antes de obtener la respuesta de las autoridades a sus peticiones de asilo o amparo humanitario.

Asimismo, miles de personas permanecen sin noticias de sus familiares que desaparecieron durante los procesos migratorios, o en relación con conflictos armados pasados o situaciones de violencia actuales. Los servicios destinados a apoyar a las familias en la búsqueda de sus allegados y atender sus múltiples necesidades son insuficientes debido, sobre todo, a las escasas capacidades locales y a la falta de mecanismos nacionales o supranacionales de intercambio de información y asistencia humanitaria. Un reto mayúsculo es, en Centroamérica, el de la coordinación interestatal, sobre todo ante los casos de migrantes desaparecidos.

En cuanto a la situación de las personas privadas de libertad, la sobrepoblación carcelaria continúa siendo una grave preocupación que obedece, en parte, al lento avance de los procesos judiciales y a la escasez de alternativas a la detención. La situación exacerba unas condiciones de vida precarias y obstruye el acceso de los detenidos a la atención médica.

Prioridades del CICR en Centroamérica:

El CICR implementa y apoya una amplia gama de programas y actividades en Centroamérica para proteger y asistir a las personas vulnerables y, por esa vía, mitigar las consecuencias humanitarias de la violencia y promover el respeto a las normas y los principios nacionales e internacionales. El CICR trabaja muy estrechamente con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja, con las instituciones y autoridades, con actores locales, asociaciones civiles y otras organizaciones humanitarias. Nuestras prioridades en El Salvador, Guatemala y Honduras para 2019 son:

  • atender las necesidades básicas de las personas migrantes y desplazadas internas y realizar gestiones para que los Estados mejoren el cumplimiento de sus obligaciones con respecto a ellas;
  • ayudar a los jóvenes y a la población de las comunidades más vulnerables a hacer frente a las consecuencias de la violencia armada fortaleciendo sus mecanismos de resiliencia y favoreciendo el acceso a la salud y a la educación;
  • promover los procesos de búsqueda e identificación de personas desaparecidas en conflictos armados, en procesos migratorios y en situaciones de violencia armada;
  • mejorar el acompañamiento y la atención que se da a las necesidades de los familiares de personas desaparecidas por conflictos armados, migración y violencia armada, en particular el derecho a saber;
  • reforzar los mecanismos regionales de coordinación e intercambio de información para la búsqueda de personas desaparecidas en el contexto migratorio;
  • garantizar que las condiciones de detención juvenil y de personas adultas, y el trato que se brinda a las personas privadas de libertad sean humanos y conformes a los estándares internacionales;
  • reforzar la participación de las autoridades, las fuerzas armadas, la policía y el público en general en favor de un mayor respaldo al Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, a los principios humanitarios y al derecho internacional humanitario.
 

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El Salvador

1.800 llamadas telefónicas gratuitas
250 personas recibieron asistencia
60 miembros de comités de familiares de personas desaparecidas
132 especialistas forenses del IML
124 archivos básicos forenses
15.000 personas privadas de libertad
Más de 150 voluntarios de la Cruz Roja Salvadoreña
Cerca de 90 enfermeras/os sensibilizados
Más de 20 médicos recibieron formación
272 funcionarios

Guatemala

Honduras