Artículo

Perú: Sentir más cerca a los desaparecidos en Oronccoy

Una comunidad afectada por la violencia recibe a sus seres queridos, física y simbólicamente, después de 40 años.

Los familiares de 31 personas desaparecidas recibieron los cuerpos de sus seres queridos en el distrito de Oronccoy, provincia de La Mar, Ayacucho. La restitución estuvo acompañada por una entrega de 24 retratos ilustrados para familiares que no poseen una imagen física de sus desaparecidos.

Es la primera vez que durante una ceremonia de restitución se realizan tanto la entrega de cuerpos de personas desaparecidas que han sido identificadas, como la de retratos de personas que no tenían una fotografía o un dibujo suyo en vida, la cual estuvo a cargo del proyecto "Retratos de Memoria".

Esta iniciativa consiste en realizar retratos dibujados de desaparecidos en el periodo de violencia (1980-2000) que vivió el Perú, para reparar de forma simbólica a los familiares y ayudarles a llenar un vacío importante. La entrega en Oronccoy se realizó en colaboración con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que desde el año pasado contribuye activamente con el proyecto y tiene planteadas próximas actividades en diversas localidades del país.

Foto: Jesus Moya Choy/CICR

"Entrevistamos a algunos familiares que tengan seres queridos desaparecidos y que no cuenten con fotos de ellos. Y a través de las memorias y del parecido de algunos familiares, porque les tomamos fotos a ellos, usamos eso como una matriz para hacer una extrapolación del rostro en esos familiares desaparecidos", explica Jesús Cossio, dibujante del equipo del proyecto "Retratos de Memoria".

Para muchas familias, tener una imagen de su ser querido puede ser esencial durante su proceso de búsqueda. Sin embargo, no siempre es así y la ausencia cala en el alma. Desde acudir a las autoridades para buscar a la persona desaparecida, hasta para tener esa figura en su hogar y sentirla a su lado.

Foto: Jesus Moya Choy/CICR

Es en ese sentimiento que recae la importancia de la elaboración de los retratos ilustrados, para reconstruir la imagen de un ser querido desde el propio recuerdo de su familiar y que este, a su vez, lo acompañe de cerca a partir de ahora.

Un adiós digno
Ayacucho fue la región más afectada por la violencia del periodo 1980-2000 en el Perú. Oronccoy es un distrito marcado por la desaparición de su población y las consecuencias de las acciones de los actores armados en la zona hace 40 años.

Foto: Jesus Moya Choy/CICR

Muchas personas migraron durante esos años hacia otras regiones y ahora están volviendo para re-poblarlo y contribuir a su desarrollo. Al volver, también atienden las ceremonias de restitución de cuerpos, actos públicos que involucran el apoyo de toda la comunidad.

Las entregas se realizan de manera conjunta entre el Ministerio Público y la Dirección General de Búsqueda de Personas Desaparecidas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, contando con el apoyo del CICR, bajo un enfoque humanitario que permita a los familiares tener respuesta sobre el paradero de sus seres queridos y ayudarles a cerrar un ciclo, tanto en el caso que se encuentren los cuerpos, como en los casos en los que no es posible hallarlos.

Foto: Jesus Moya Choy/CICR

Fidelia Orihuela Huamán viajó desde Puerto Maldonado, en la selva del Perú, hacia lo alto de los andes en Oronccoy para dar un entierro digno a sus hijas Erlinda y Xiomara. "Ya voy a estar contenta y más tranquila, ya no voy a estar preocupada de dónde está, cómo está, ya puedo visitarlas y prenderles una vela, pero todavía me falta enterrar a cinco familiares", comenta.

Tanto los retratos como el cuerpo físico constituyen para muchas familias una forma de alivio al dolor que han llevado consigo durante décadas debido a la desaparición. Ahora pueden sentirlos más cerca, están presentes, con ellas.