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Semillas de esperanza y reconstrucción en República Centroafricana

Madeleine Dondouba camina pesadamente con su carga de 20 kg sobre la cabeza. Tiene unos 70 años de edad, pero insiste en transportar el saco con semillas de cacahuetes ella misma; el contenido es demasiado valioso. Un voluntario de la Cruz Roja Centroafricana le ayuda con los demás paquetes. Al igual que muchos otros pobladores de Kokodo, aldea situada en el noroeste del país, Madeleine recibió recientemente semillas y herramientas agrícolas del CICR.

"Lo logramos", exclama Madeleine casi sin aliento, mientras baja cuidadosamente la carga al suelo. De pie frente a su casa, Madeleine relata su historia: "Hace dos años, en abril de 2014, se produjeron enfrentamientos en la aldea, así que huimos a Chad. No regresamos hasta el pasado mes de enero, cuando por fin la situación volvió a la calma". Pero el conflicto dejó secuelas permanentes: "Uno de mis hijos resultó muerto cuando estallaron las hostilidades. Tras nuestra huida, otro hijo se enfermó y falleció, ya que no hubo forma de conseguir tratamiento. Ahora me queda un solo hijo". Su hogar también fue destruido y saqueado. Al regresar a la aldea junto con su familia, los amigos de sus hijos les ayudaron a reconstruir la casa.

Madeleine reprend le chemin de la maison, chargée de semences et d’outils agricoles.

Madeleine carga las semillas y las herramientas agrícolas para llevarlas a su casa. CC BY-NC-ND / CICR / Ananie Kulimushi Kashironge

Ahora la vida está volviendo a la normalidad, aunque lentamente. La economía está estancada y es difícil conseguir provisiones, por lo que los puestos en el mercado casi no tienen mercadería para ofrecer. Los pobladores necesitan imperiosamente recomenzar a cultivar la tierra.

"Estas aldeas se vieron sumamente afectadas por los enfrentamientos. Para ayudar a los pobladores que regresan, iniciamos una operación a gran escala para distribuir semillas en la región. Ello les permitirá reiniciar las actividades agrícolas, lo cual contribuirá a reactivar la economía local", explica Salvatore Farfaglia, responsable de la distribución de ayuda del CICR en la zona. "También distribuimos raciones de alimentos para cada familia, para que no pasen hambre antes de la cosecha."

Madeleine ordena las semillas de cacahuetes, legumbres y maíz antes de almacenarlas en una amplia canasta. "Pensábamos que nadie se acordaba de nosotros y que moriríamos de hambre. Pero ahora estamos a salvo; ya no tenemos miedo." Al igual que Madeleine, los demás pobladores están muy ocupados con los preparativos para cultivar la tierra. Por fortuna, las primeras lluvias comenzaron a caer poco después de la distribución de las semillas.

Au total lors de cette opération, 12 000 familles ont reçu de quoi relancer leurs activités agricoles en République Centrafricaine.

En República Centroafricana, un total de 12.000 familias recibieron asistencia para reiniciar las tareas agrícolas. CC BY-NC-ND / CICR / Ananie Kulimushi Kashironge

"Las semillas nos dieron esperanza. Podemos comenzar a reconstruir nuestras vidas en los campos y en las aldeas." Madeleine se siente optimista a pesar de todo lo que perdió durante la guerra. "Regresen en un par de meses y verán cómo las semillas nos dieron el valor y la esperanza que necesitábamos para transformar nuestras aldeas."