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Sudán: el CICR reafirma su compromiso y presta más ayuda a las familias afectadas por el conflicto

Cientos de miles de personas en Sudán padecen aún grandes dificultades, especialmente en la región de Darfur, afectada por el conflicto. En los cuatro últimos meses, desde que se levantó la suspensión de su labor, el CICR ha incrementado gradualmente sus actividades. Ha distribuido alimentos para 48.000 personas en Darfur y colabora con siete centros de rehabilitación y ortopedia en todo el país para ayudar a las personas con discapacidades.

Eric Marclay es el jefe de Actividades Operacionales para África oriental. Explica que el CICR solicita ahora a sus donantes 25 millones de francos suizos (unos 26 millones de dólares estadounidenses) adicionales para llegar a personas que atraviesan necesidades extremas, con lo que sumaría un total de unos 30 millones de francos suizos..

¿Cuál es la situación del CICR en Sudán?

El año pasado negociamos un nuevo acuerdo con la República de Sudán. Este documento legal confiere una base sólida a nuestras relaciones con las autoridades sudanesas y nos permite reanudar nuestra labor. Esperamos que las autoridades sudanesas nos den el apoyo continuo que necesitamos para poder volver a las zonas del terreno donde se necesita nuestra acción. Vamos a seguir ayudando a miles de personas desplazadas en Darfur, donde el CICR trabaja desde 2003.

¿Qué es lo que más necesitan las personas afectadas por los conflictos?

La situación en Sudán sigue siendo muy compleja. Los distintos conflictos tienen repercusiones directas para los civiles a los que la violencia obliga a huir de sus hogares. Sin poder regresar a sus casas, necesitan alimentos, agua salubre para beber, artículos domésticos de primera necesidad y atención médica. Empezamos este año con un presupuesto limitado de 5 millones de francos (5,2 millones de dólares estadounidenses). Antes de ayudar a estas personas extremadamente vulnerables, debemos evaluar sus necesidades para asegurarnos de que nuestra respuesta sea adecuada. Esta evaluación nos ayuda también a garantizar la transparencia en el gasto de los fondos que solicitamos. Estamos muy contentos de poder trabajar de nuevo en Sudán.

¿Cómo va a ayudar a estas personas el dinero adicional?

Primero, tenemos previsto ampliar nuestras actividades en Darfur, donde el conflicto todavía afecta gravemente a los civiles. Hemos identificado las necesidades más urgentes y hemos trabajado con otros organismos humanitarios para planificar distribuciones de alimentos y semillas. Queremos ayudar directamente a las comunidades anfitrionas y a los desplazados. Queremos ayudarles a ser más autosuficientes de una temporada agrícola a la siguiente. Ahora se necesitan semillas y herramientas para preparar la próxima temporada de siembra. Los fondos adicionales también se dedicarán a financiar atención médica y la construcción de instalaciones de provisión de agua y de saneamiento.

Como intermediario neutral, el CICR facilita la liberación y repatriación de soldados y civiles capturados por las partes en conflicto. También colaboramos estrechamente con la Media Luna Roja Sudanesa para buscar y reunir a los miembros de familias separadas por los enfrentamientos.

¿Tienen previsto ampliar sus actividades a otras partes del país?

Hemos propuesto una operación para llevar ayuda humanitaria a comunidades locales y desplazadas en Nilo Azul y Kordofán del Sur, que también están directamente afectadas por el conflicto. Todavía no se ha acordado el acceso a esos estados, pero vamos a mantener el diálogo con las autoridades sudanesas para poder cumplir nuestra labor estrictamente humanitaria de una manera totalmente neutral, independiente e imparcial.

¿Cuál es el compromiso del CICR con la población de Sudán?

El CICR, que trabaja en Sudán desde 1978, sigue plenamente comprometido con la población civil de ese país, al igual que con las personas afectadas de forma análoga en todo el mundo. Con la Media Luna Roja Sudanesa, nuestro socio principal en ese país, trabajaremos por ayudar a las personas más vulnerables en las zonas afectadas por el conflicto. Esperamos que las dos organizaciones obtengan acceso a zonas más amplias y puedan seguir trabajando juntas, cada una con su propia función.