Contaminación por armas: Reducción del riesgo al que están expuestas las comunidades

Las minas terrestres y los restos explosivos de guerra siguen provocando muchas muertes y heridas entre la población civil, durante los conflictos armados y mucho tiempo después de finalizados.

An ICRC delegate prepares unexploded devices for demolition, in Libya.
Impacto en las comunidades locales

La contaminación por armas tiene consecuencias muy profundas en las comunidades: destrucción generalizada, desplazamientos, pérdida de vidas y alteraciones físicas, psicológicas y socioeconómicas persistentes. En algunos casos, esas huellas duran años e incluso décadas después del último disparo.

Daño y destrucción de la infraestructura esencial

Cuando un conflicto armado se libra en contextos urbanos, los efectos acumulados que afectan los servicios de una ciudad son significativos, aunque difíciles de cuantificar. Las comunidades no solo afrontan el daño y la destrucción de la infraestructura esencial: también las tareas de reparación y reconstrucción se ven obstaculizadas por los artefactos explosivos.

Obstaculización de la ayuda urgente

La contaminación por armas en una zona de conflicto puede obstruir el avance de las iniciativas de socorro y así privar a la población civil de la asistencia humanitaria esencial.

Impacto en el medio ambiente

Tanto la presencia de minas terrestres y restos explosivos de guerra como la emisión de agentes químicos, biológicos, radiológicos o nucleares pueden tener efectos duraderos sobre el medio ambiente, que menoscaban la biodiversidad y deterioran los ecosistemas. La contaminación por armas también afecta fuentes de agua, lo que implica un riesgo para la salud y la agricultura.

Los principios que guían nuestra labor

Durante una guerra y mucho tiempo después de que haya cesado el fuego, la población civil queda expuesta al riesgo de las armas sin estallar. La presencia de esas armas —y los peligros que implican— se denomina "contaminación por armas". El problema existe en muchas partes del mundo, donde la población civil corre el riesgo de encontrarse con bombas sin detonar, minas terrestres y materiales peligrosos (incluidos agentes químicos, biológicos, radiológicos y nucleares). 

El tipo exacto de riesgos que representa la contaminación por armas varía según la clase y la duración del conflicto, así como por los tipos y cantidades de armas utilizadas. Sin embargo, en reiteradas ocasiones la historia nos enseñó que, donde sea que surja un conflicto armado, es probable que haya contaminación por armas después

Nuestro trabajo para mitigar los efectos de las minas terrestres y los restos explosivos de guerra para la población civil

Las actividades preventivas en materia de contaminación por armas que realiza el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) están directamente relacionadas con el cometido de la institución de proteger a la población civil de los efectos de los conflictos armados, durante los conflictos e inmediatamente después de que hayan terminado. También podemos desplegar actividades para mitigar las consecuencias de la contaminación por armas y de los riesgos químicos, biológicos, radiológicos y nucleares (QBRN) a los que se encuentra expuesta la población civil. 

Evaluación de los riesgos

Contamos con la experiencia y los conocimientos necesarios para evaluar las consecuencias que representan para la población civil la contaminación por armas y los peligros de la emisión o la dispersión de agentes químicos, biológicos, radiológicos y nucleares (QBRN). La base del trabajo que realizamos en este ámbito es la sensibilización sobre riesgos y comportamientos más seguros. Se emplea un enfoque basado en la evidencia que brinda una perspectiva crítica para comprender tanto la naturaleza y el impacto de la contaminación como los efectos sobre las personas civiles, para luego diseñar y adoptar medidas que permitan que las personas generen resiliencia con respecto a la contaminación por armas.

Sensibilización

Organizamos campañas informativas, educativas y de comunicación para poner en conocimiento de las comunidades los riesgos que representan los restos explosivos de guerra. Trabajamos para crear conciencia de los peligros de los explosivos sin estallar, dónde podrían estar y cómo identificarlos y evitarlos.

Promoción de un comportamiento más seguro

En algunos contextos posteriores a conflictos, sensibilizar sobre los riesgos en las poblaciones afectadas puede resultar insuficiente para que comiencen a adoptar un comportamiento más seguro y evitar riesgos cuando no existe alternativa. Nuestra metodología procura ayudar a que los miembros de la comunidad afectada adopten efectivamente un comportamiento más seguro. Por ejemplo, donde la tierra contaminada pone en gran riesgo a los agricultores, diseñamos medidas de mitigación adecuadas, como ayudar a realizar las actividades agrícolas en áreas seguras o concebir proyectos alternativos para la generación de ingresos. 

Estudios y remoción

En términos generales, prestamos apoyo a las iniciativas de detección y señalización de áreas contaminadas, promovemos la remoción y la eliminación seguras de los explosivos e identificamos soluciones provisorias que disminuyan la exposición de las personas a la contaminación por armas hasta que se limpien las zonas afectadas. Sin embargo, en caso de que no haya un sistema en marcha a nivel local o que las autoridades mismas no puedan limpiar las zonas contaminadas, podemos intervenir y llevar adelante la limpieza, así como otras actividades para la reducción de riesgos.

Mejora de las capacidades nacionales

Fortalecemos las capacidades nacionales para localizar y eliminar minas terrestres y restos explosivos de guerra de las zonas de conflicto y para gestionar los efectos que los traumatismos por ondas expansivas y por residuos tóxicos generan en la salud. Esa labor consiste en identificar áreas contaminadas, formar y dotar a los grupos de remoción de las herramientas necesarias, además de prestar apoyo y conocimientos técnicos. De esa forma, hacemos lo posible por que el país cuente con capacidades nacionales sostenibles y de calidad para responder al problema en el largo plazo.

Gestión de traumatismos por ondas expansivas

Brindamos formación especializada en gestión de traumatismos por ondas expansivas a las personas que probablemente sean las primeras en intervenir luego de un incidente, en particular quienes trabajan en la remoción de explosivos sin estallar de una zona contaminada. También fomentamos las buenas prácticas y apoyamos el desarrollo de las capacidades nacionales en este ámbito.

Prevención de daños relacionados con agentes QBRN

Aunque la probabilidad de incidencia es baja, el impacto de un agente QBRN puede ser catastrófico. Trabajamos en torno a la contingencia y la formación con el fin de lograr la preparación para reducir al mínimo posible los efectos para la población civil.

Gestión médica de la exposición a materiales QBRN

Ayudamos a los hospitales de las zonas de conflicto a que el personal y las instalaciones estén preparados para tratar pacientes contaminados con agentes químicos durante un conflicto armado y otras situaciones de violencia.

Consolidación de marcos jurídicos y normativos internacionales

Aportamos nuestra experiencia y conocimientos técnicos para promover marcos normativos y jurídicos más sólidos, como las Normas Internacionales para la Acción contra las Minas o las Directrices Técnicas Internacionales sobre Municiones. Nuestro objetivo es fortalecer las normas para prevenir el uso de armas que perjudican innecesariamente a las personas civiles, respaldar los mecanismos que reducen el riesgo y promover los derechos de las comunidades afectadas ante el daño que esas armas pueden ocasionar.