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América Latina: violencia armada, conflictos, desplazamiento interno, migración, desaparición, entre los principales desafíos humanitarios del 2021

Durante 2021, América Latina enfrentó una serie de desafíos humanitarios apremiantes, al tiempo que seguía brindando respuesta a la pandemia por COVID-19. La violencia armada, los conflictos, los desplazamientos internos, la migración, la desaparición de personas y la situación carcelaria fueron solo algunas de las temáticas que suman otro año más entre las grandes problemáticas de la región. En su Balance Humanitario las delegaciones de Colombia, de México y América Central y de Brasil y el Cono Sur dan a conocer cuáles fueron los análisis y conclusiones 2021-2022 para estos contextos de trabajo.

En 2021, nuestro trabajo humanitario benefició a 534.000 personas en Colombia.

Colombia: grave aumento de indicadores en el país

Durante el 2021, la situación humanitaria en Colombia empeoró. Distintas problemáticas como la afectación por artefactos explosivos, el confinamiento de comunidades y el desplazamiento masivo alcanzaron el nivel más alto de los últimos cinco años. Además, otros fenómenos como la desaparición de personas y las agresiones contra la asistencia de salud continuaron ocurriendo en el país.

Esto, como consecuencia de los seis conflictos armados no internacionales y la violencia que existen en Colombia, en donde la población civil sigue siendo la principal víctima.

"Los últimos años han presentado desafíos de innegable complejidad en el mundo. La pandemia del COVID-19 nos ha afectado a todos, pero no a todos por igual. Colombia ha tenido que enfrentar los efectos del virus en medio de los conflictos armados y la violencia crecientes," dice Lorenzo Caraffi, jefe de la Delegación del CICR en Colombia.
 
Vea más sobre los Retos Humanitarios en Colombia en el último año.

DESCARGAR EL BALANCE HUMANITARIO 2021 para COLOMBIA  

F.Márquez/CICR

Personas migrantes en América Central se movilizan en balsas precarias.

México y América Central: persisten graves consecuencias humanitarias derivadas de la violencia armada

Las altas tasas de violencia armada en México y América Central continúan generando graves consecuencias humanitarias, visibles e invisibles, que socavan el presente y futuro de miles de personas en la región.
 
"En 2021 presenciamos desplazamientos internos, migraciones forzadas; vimos una continuidad en las desapariciones, y también cómo la violencia afectó el acceso de comunidades a la salud y a la educación. Además de efectos visibles como los homicidios, la violencia tiene efectos invisibles profundos: mata en vida a personas, comunidades y familias", aseguró Jordi Raich, jefe de la delegación regional.
 
Para mitigar las consecuencias de esta violencia y garantizar una vida digna a las personas afectadas se requiere de la acción urgente y decidida de gobiernos, sociedad civil y organizaciones humanitarias. Los temas más apremiantes para el CICR en México y América Central en 2021 y en los que seguirá concentrando su atención en los próximos años son:
  • El aumento de la migración (según cifras oficiales, en México el número de personas migrantes detenidas aumentó 41 %) y los desplazamientos.
  • La desaparición que no cesa.
  • La emergencia carcelaria.
  • El uso legal y adecuado de la fuerza.
  • Las dobles vulnerabilidades que traen consigo fenómenos climáticos y emergencias sanitarias como la pandemia por COVID-19 en comunidades fuertemente afectadas por la violencia.

DESCARGAR EL Balance Humanitario 2021-2022 México y América Central

La violencia armada y la migración en la región son problemas complejos que traen consecuencias que van más allá de las estadísticas.

Brasil y el Cono Sur: migración, violencia armada y principios humanitarios

En Brasil, ofrecemos apoyo de manera coordinada y transversal a la sociedad y al Estado brasileños para enfrentar las consecuencias humanitarias de la violencia armada. Las comunidades afectadas siguieron conviviendo con la amenaza diaria de interrupción de servicios públicos esenciales, además del alto riesgo de contagio del virus de la COVID-19. Por eso, la organización trabajó durante 2021 para beneficiar más comunidades con el programa Acceso Más Seguro (AMS), presente en siete municipios brasileños, para aportar en las respuestas a la desaparición de personas, para comprender las necesidades de grupos en situación de vulnerabilidad encarcelados, entre otras actividades.

En la región, el CICR trabaja en colaboración con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja, en especial en programas para mantener la conexión entre la población migrante y sus familiares. Se facilitaron más de 150 mil oportunidades de contacto entre migrantes y sus familiares. En el norte de Brasil, se realizó la mejora de la infraestructura de lugares que ofrecen refugio y servicios, para garantizar el acceso a entornos sanos y seguros a cerca de 7 mil personas, entre migrantes y población local. "No es fácil estar lejos de nuestra familia. Como no tengo teléfono, vengo a usar el servicio (de conectividad) para hablar con mis familiares. Para saber cómo están y avisarles que estoy bien", cuenta William Guaiquirima, un migrante venezolano que está en Roraima, al norte de Brasil.
 
"El cuidado de las personas migrantes es importante en toda la región y lo continuará siendo en los próximos años", afirma el jefe de la delegación regional del CICR, Alexandre Formisano.
 
Además, la promoción del derecho internacional humanitario y del Derecho Internacional de los Derechos Humanos es una acción prioritaria en la región. En este sentido, se capacitó a más de 900 policías y agentes de vigilancia de la región sobre derechos humanos. Un ejemplo de acción práctica de la diplomacia humanitaria fue el acuerdo entre la Argentina y el Reino Unido para la exhumación e identificación de excombatientes sepultados en las Islas Malvinas (Falklands).

Vea más sobre Brasil y el Cono Sur

DESCARGAR EL BALANCE HUMANITARIO 2021 para Brasil y el cono sur