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Kachin: el alivio fluye gracias al sistema de suministro de agua en el campamento de desplazados internos

Imaginen caminar durante más de una hora tan solo para obtener la provisión diaria de agua potable.

Para las personas internamente desplazadas (PID) que viven en un campamento en el estado de Kachin, Myanmar, hasta hace poco, esta actividad formaba parte de su dura realidad. Después de un año de trabajo arduo, los ingenieros del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) instalaron un sistema de distribución de agua en el campamento de Mai Khaung KBC, cerca de la aldea de Mai Khaung, que alberga a casi 170 familias de personas internamente desplazadas (PID). Quienes viven en la zona ya no tienen que recorrer varias millas para proveerse de agua potable; ahora está disponible a pocos pasos de distancia.

CC BY-NC-ND / ICRC / Tammo Van Gastel

Más de 100.000 personas se han desplazado desde el norte de Myanmar a partir de 2011, cuando los militares de Myanmar (Tatmadaw) y el Ejército para la Independencia de Kachin (KIA) reanudaron los enfrentamientos tras un alto el fuego de 17 años. El conflicto en curso ha devastado la economía de Kachin; su población ha perdido los medios de subsistencia y el acceso a instalaciones básicas.

CC BY-NC-ND / ICRC / Lin Hnin Aye

Kaw Mai, junto con su esposo y sus seis hijos pequeños, están entre los miles de personas que se han desplazado debido al conflicto. Huyeron del estado de Kachin hace dos años y se refugiaron en un campamento cerca de la aldea de Mai Khaung, que alberga a otras 169 familias. Si bien existen otras necesidades apremiantes, el acceso al agua potable es una de las principales preocupaciones de estas personas.

Cuando llegamos, nos era difícil conseguir agua potable.

Si bien el campamento tiene algunos pozos que proporcionan agua para lavar la ropa, cocinar y ducharse, no es lo suficientemente segura para beber. Como resultado, Kaw Mai tenía que caminar media hora hasta el pozo ubicado en el pueblo más cercano para obtener agua potable.

Pero esta situación cambió cuando el CICR creó un sistema de distribución que proporciona un grifo de agua por cada seis casas. Antes, todo el campamento solo disponía de siete bombas hidráulicas manuales y dos salas de duchas, lo que obligaba a los residentes a caminar varios kilómetros cada vez que necesitaban agua, y luego esperaban su turno en fila durante horas.

Además, adoptamos un enfoque sostenible y utilizamos energía solar para alimentar el sistema, que lo mantiene en funcionamiento durante todo el día, además de reducir el costo operativo.

Es la primera vez que se utiliza energía solar para alimentar el sistema de suministro de agua en el estado de Kachin; otras organizaciones observan con interés el proyecto con miras a reproducirlo en otros lugares.

En el pasado, hubo días en que ni siquiera podía ducharme, y mucho menos lavar la ropa, por problemas de salud.

CC BY-NC-ND / ICRC / Lin Hnin Aye

El acceso al agua le ha facilitado mucho la vida a Maraw Htu Lum, de 85 años de edad, que padece dolor de espalda. Con un nieto de cuatro años de edad, Maran Naw Htoi dijo: "Es un gran alivio para los ancianos. Caminar largas distancias con un cubo de agua en la espalda nos estaba afectando."

Mary Lu Pan, una joven madre, dice: "Tener un grifo en mi casa me permite lavar la ropa mientras mi hija duerme. ¡Me ahorra tanto tiempo y esfuerzo!"