El sistema hídrico de Alepo, tan antiguo que ya no existen repuestos adecuados para su mantenimiento, está cada vez más exigido, primero por los doce años de conflicto que ha atravesado el país y ahora por el terremoto. Tras perder sus viviendas en este desastre, hoy más personas dependen del mismo sistema para satisfacer sus necesidades de abastecimiento de agua. Los daños directos que sufrieron partes esenciales de la infraestructura redujeron la eficiencia del sistema y aumentaron el riesgo de que llegue agua contaminada al suministro.
Sumado a ello, muchos tanques de agua instalados en los techos de las viviendas fueron destruidos por el terremoto. Colapsaron partes del sistema de cloacas de la ciudad, ya muy dañado durante el conflicto armado, lo que exacerbó las necesidades de una región que a duras penas lograba sobrellevar los efectos de más de una década de violencia.
“Las posibilidades de que se produzcan consecuencias catastróficas en el ámbito de la salud pública como efecto colateral del terremoto son altísimas. Una nueva emergencia de salud pública como la propagación de enfermedades infeccionas sería un desastre para la región”, señaló Fabrizio Carboni, director regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para Oriente Medio y Oriente Próximo.
El acceso al agua potable es una complicación que afecta a millones de personas en toda Siria. Antes de 2010, el 98 % de los habitantes de ciudades y el 92 % de los habitantes de zonas rurales tenían un acceso estable al agua. Hoy en día, solo el 50 % de los sistemas de agua y saneamiento funcionan correctamente.
"Las comunidades se han unido para compartir alimentos, agua y ropa. No obstante, la magnitud y gravedad de las nuevas necesidades en la región afectada, así como en toda Siria, exigen aumentar la asistencia. Es fundamental que se apliquen soluciones duraderas para la infraestructura esencial. Es el caso, especialmente, de las comunidades de más difícil acceso para los actores humanitarios," agregó Carboni.
Para estas comunidades, vivir en zonas como Idlib, donde las condiciones de vida son lamentables y las necesidades son enormes, el CICR hace un llamamiento a todas las partes en conflicto para que dejen a un lado las consideraciones políticas y faciliten la labor humanitaria para la prestación de socorros a quienes lo necesiten, independientemente de la modalidad.
Miles de personas fueron en busca de un alojamiento temporal tras el terremoto, con lo cual se complicaron las condiciones de vida y saneamiento en Alepo, Hama y Lattakia. En un albergue provisorio de Alepo, hay siete inodoros para 850 personas. En otro refugio establecido en una antigua fábrica de cemento, los niños juegan a la pelota cerca de zonas contaminadas con municiones sin estallar.
La mañana del terremoto, los equipos del CICR entregaron insumos médicos en hospitales de Alepo pocas horas después del desastre. Desde entonces, más de 57.000 personas en las zonas afectadas se han beneficiado de la asistencia de salud del CICR y de la Media Luna Roja Árabe Siria. También se entregó agua en seis albergues en Alepo y se prestó asistencia de socorro a más de 30.000 personas, que recibieron alimentos y artículos de primera necesidad.
En 2022, el CICR apoyó la rehabilitación de 32 instalaciones de la red hídrica en todo el país, y más de 17 millones de personas en toda Siria se beneficiaron de distintas intervenciones relacionadas con el agua. En los últimos años, el CICR, junto con la Media Luna Roja Árabe Siria, emprendió miles de proyectos de ingeniería relacionados con sistemas de agua y saneamiento por toda Siria, con el objetivo de brindar un apoyo sostenido a los prestadores locales de servicios y así contrarrestar la caída del suministro en todo el país.
Más información:
Adnan Hizam, CICR Damasco, ahizam@icrc.org or +963 113 380 6205
Imene Trabelsi, CICR Beirut, itrabelsi@icrc.org or +961 3 13 83 53
Fatima Sator, CICR Ginebra, fsator@icrc.org or +41 79 848 49 08
Jessica Moussan, CICR Dubái, jmoussan@icrc.org or +971 50 425 4091
Más información sobre la respuesta del CICR ante el terremoto:
En las últimas cuatro semanas, el CICR ha colaborado con la Media Luna Roja Árabe Siria para responder a las necesidades de los sobrevivientes del terremoto por medio de las siguientes acciones, entre otras:
- Abastecimiento de agua en camiones para seis albergues colectivos en Alepo durante 10 días. Se distribuyeron unas 115.000 botellas de agua en Alepo, Latakia y Hama.
- Rehabilitación del servicio de luz para 24 albergues colectivos que han alojado a las familias afectadas por el terremoto en Alepo.
- Donación de generadores en tres panaderías en zonas afectadas en Latakia, que permiten la producción de pan para unas 200.000 personas.
- Más de 57.000 personas en las zonas afectadas se benefician de distintas actividades de apoyo a la asistencia de salud.
- Entrega de 1.000 bolsas mortuorias a hospitales e instalaciones forenses en Alepo y Latakia.
- Donación de medicamentos para cirugías, insumos y equipamiento médicos a seis hospitales en Alepo, Latakia y Hama.
- Apoyo del CICR a unidades de salud móviles de la Media Luna Roja Árabe Siria para la prestación de servicios de salud básicos/primeros auxilios en refugios colectivos en Alepo, Latakia y Hama.
- Más de 30.000 personas recibieron comida enlatada y artículos de socorro en albergues colectivos en Alepo, Latakia y Hama: mantas, colchones, luces solares, kits de higiene y baterías de cocina.
Más información sobre la labor del CICR para mejorar el acceso al agua potable en toda Siria:
La labor del CICR para mejorar el acceso al agua y a la infraestructura esencial en Siria alcanza a más de 16,5 millones de personas en todo el país. Estas son algunas de nuestras actividades:
- El CICR apoya la planta de tratamiento de agua de Al-Khafsa, ubicada a 80 km al este de la ciudad de Alepo; se trata de una de las principales fuentes de suministro para millones de personas. La planta ha sufrido daños irreversibles, y su rehabilitación demoraría cinco años en condiciones estables. Si la planta dejara de funcionar, se verían afectadas 3,2 millones de personas que no disponen de una fuente alternativa de suministro de agua.
- 15 millones de personas recibieron apoyo a través de un programa de desinfección para facilitar el suministro de agua potable en 13 gobernaciones.
- 450.000 personas recibieron agua suministrada por camiones en Alepo, Campiña de Damasco, Raqqa y Hassakeh.
- Aproximadamente 140.000 personas desplazadas y que han regresado a su lugar de origen accedieron a reformas y mejoras habitacionales, así como relacionadas con el agua y el saneamiento, en 44 albergues colectivos y barrios en todo el país.
- Se rehabilitaron y mejoraron 32 instalaciones de la red hídrica en todo el país, y en 8 hospitales, 62 puntos de asistencia de salud y un centro de rehabilitación se mejoró la infraestructura.
- Unas 710.000 personas se beneficiaron del apoyo a la infraestructura de doce panaderías: suministro de la línea de producción, obras de rehabilitación y energía.
- Se rehabilitaron las instalaciones de agua, saneamiento e higiene en más de 280 escuelas y centros de examen en las gobernaciones de Damasco, Campiña de Damasco, Dará, Sweida, Quneitra, Homs, Hama, Lattakia, Raqqa, Deir Ezzor y Hassakeh.