Derecho internacional humanitario y política sobre

El uso de emblemas

Los emblemas de la cruz roja, la media luna roja y el cristal rojo confieren protección al personal sanitario de las fuerzas armadas y a trabajadores humanitarios en los conflictos armados. Además, son utilizados por las Sociedades Nacionales de cada país con fines de identificación.

A ship used to transport relief aid from Cyprus to Lebanon in Larnaka harbour bears the red cross emblem.

El uso de los emblemas: un asunto claramente definido en el derecho

Los usos correctos e incorrectos de la cruz roja, la media luna roja y el cristal rojo están descritos claramente en las normas del derecho internacional humanitario. Los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales incluyen varios artículos sobre el uso de los emblemas. Estos instrumentos jurídicos especifican, entre otras cosas, el uso, el tamaño, el propósito y la ubicación de los emblemas; las personas y los bienes que protegen, quiénes pueden usarlos, qué implica respetar estos emblemas y las sanciones por hacer uso indebido de ellos. Además, exigen que los Estados Partes en los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales aprueben legislación nacional que rija el uso y evite el uso indebido de los emblemas.

El uso protector y el uso indicativo de los emblemas

Los emblemas se utilizan principalmente con dos fines: existe un uso con fines de protección y otro con fines indicativos.

En primer lugar, los emblemas son una señal visible durante un conflicto armado que representa la protección que confiere el derecho internacional al personal médico y al equipamiento y los edificios sanitarios de las fuerzas armadas. Esa protección se extiende a ciertas organizaciones humanitarias que trabajan junto al personal militar con el fin de aliviar el sufrimiento de los heridos, los prisioneros y las personas civiles atrapadas en el conflicto. Esto es lo que se denomina “uso protector”.

En segundo lugar, se permite que las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en todo el mundo utilicen los emblemas para identificarse como parte de una red mundial conocida como el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Esto es lo que se denomina “uso indicativo”.

Normas que rigen ambos usos

En los conflictos armados, el emblema protector debe ser de color rojo sobre un fondo blanco, sin agregados. Debe exhibirse de forma visible y de gran tamaño en edificios protegidos, como hospitales, y en equipamiento protegido, como vehículos. Los emblemas utilizados en brazaletes y chalecos para el personal protegido también deben verse claramente. El ataque deliberado contra una persona, equipamiento o un edificio que porte el emblema protector constituye un crimen de guerra conforme al derecho internacional.

Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja utilizan el emblema indicativo de otra manera. En tiempo de paz, pueden usar el nombre y el emblema de la cruz roja para actividades adicionales a la asistencia brindada a los servicios médicos de las fuerzas armadas. Por lo tanto, el emblema indicativo se usa principalmente en tiempo de paz. En esos casos, los emblemas se utilizan a modo de logotipo. En tiempo de guerra, las Sociedades Nacionales pueden seguir utilizando el emblema indicativo, siempre y cuando eso no dé lugar a la interpretación de que su uso otorga las protecciones establecidas en los Convenios de Ginebra; en otras palabras, no debe confundirse con el emblema protector. Por lo tanto, el emblema indicativo debe ser de un tamaño menor que el emblema protector y no debe exhibirse en brazaletes ni en los techos de los edificios.

La historia de los emblemas

El primer emblema fue creado en 1864. Los Gobiernos que asistieron a la conferencia diplomática que luego aprobaría el Convenio de Ginebra original ese año vieron la necesidad de definir un símbolo neutral claro para proteger al personal y las instalaciones médicas en el campo de batalla. Se decidió utilizar una cruz roja sobre un fondo blanco, que es la imagen invertida de la bandera de Suiza, un Estado neutral. La ventaja de este símbolo era que era fácil de confeccionar y que se podía reconocer fácilmente a distancia debido al contraste de los colores.

En los años siguientes, varias organizaciones de socorro en distintos países se hicieron conocidas como “sociedades de la Cruz Roja”, y así se consolidó el uso indicativo del emblema.

La finalidad original, en el marco de la conferencia de 1864, era crear un símbolo distintivo, neutral y universal de protección, que fuera usado y reconocido por todo el mundo. Apenas una década más tarde, durante la guerra entre Turquía y Rusia, el Imperio Otomano adoptó la media luna roja como símbolo protector, sin que eso significara dejar de reconocer y respetar la cruz roja. Persia también adoptó su propio símbolo y, en 1929, los Gobiernos reconocieron formalmente los tres emblemas.

Así fue hasta 1980, cuando Irán dejó de utilizar la anterior señal persa —el león y el sol rojos— y adoptó la media luna roja. A principios de la década de 1990, surgieron dudas acerca del respeto por la neutralidad de la cruz roja y la media luna roja en ciertos conflictos armados de gran complejidad. Por eso, en 1992, el entonces presidente del CICR instó públicamente a crear un emblema adicional independiente de toda connotación nacional, política y religiosa. En 2005, los Gobiernos aprobaron un símbolo protector adicional: el cristal rojo.