Bangui (CICR) – Desde el 1° de septiembre, en Birao, en el nordeste de la República Centroafricana, muchas personas han huido de sus hogares debido a los constantes enfrentamientos entre grupos armados.
"En una hora, en solamente una hora, nos quedamos sin nada", dijo desconsolado un ex maestro, que perdió todas sus pertenencias el 1° de septiembre, cuando tuvo que abandonar su hogar sin previo aviso. Más de 25.000 personas –casi toda la población de la ciudad– se vieron obligadas a huir con las manos vacías a campamentos improvisados, dejando atrás sus viviendas, que fueron saqueadas o incendiadas.
"Lo único que quieren las personas es vivir en condiciones seguras y dignas. Se debe proteger a la población contra los efectos de la violencia y los enfrentamientos", declaró Valérie Petitpierre, jefa de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en la República Centroafricana. "Ya es hora de romper este ciclo de violencia, que deja a las personas atrapadas en una situación precaria y sin esperanza alguna".
Enormes necesidades humanitarias, en un contexto dominado por el miedo
En los dos campamentos principales que brindan refugio, las personas desplazadas dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir. "Necesitamos proporcionarles todo: alimentos, agua, techo y saneamiento. En pocos días, huyó la población de toda una ciudad", explicó Célestin Sikubwabo, delegado del CICR recién llegado de Birao, donde coordinó la respuesta de la organización.
Más que nada, las personas desplazadas necesitan sentirse seguras. Nadie piensa en la posibilidad de regresar a la ciudad: su miedo es real y los rumores sobre los nuevos enfrentamientos dominan su existencia. "Es espantoso vivir así", dijo Younous Abakar, un agricultor que dejó atrás toda su vida. "Cuando comenzaron los disparos, todos huyeron y yo perdí el contacto con mi esposa e hijos. Hace solo siete días, supe que estaban con vida y que se hallan en otro campamento para refugiados que queda a 12 kilómetros de aquí, pero la inseguridad es tan grave que no puedo ir a reunirme con ellos".
Más de 2.400 familias reciben artículos esenciales
En cooperación con la Cruz Roja Centroafricana, el CICR ha distribuido artículos esenciales a 2.415 familias desplazadas, lo que equivale a más de 12.000 personas. Las familias recibieron cortes de tela para vestirse, mantas, palanganas, colchonetas, mosquiteros, bidones, jabón y utensilios de cocina. Estos artículos de primera necesidad permiten a las personas desplazadas cocinar los alimentos distribuidos por otras organizaciones humanitarias y conservar el agua de la manera más higiénica posible. Las mantas y colchonetas las protegen de la lluvia y del mal tiempo.
Las 50 toneladas de socorros vitales fueron transportadas por avión y se necesitaron más de diez vuelos para hacerlo. El estado de las carreteras, completamente intransitables sobre todo a causa de la estación de las lluvias, obstaculizó la respuesta humanitaria.
El CICR también ha distribuido bolsas para cadáveres a los voluntarios de la Cruz Roja Centroafricana, que se ocupan de recoger los restos de las víctimas para darles un trato digno. Desde que comenzaron las hostilidades, se han proporcionado a la Cruz Roja Centroafricana y al hospital de Birao medicamentos e insumos médicos, equipos de primeros auxilios y 600 kilogramos de supercereal.
Para más información:
Daddy Rabiou Oumarou, CICR Bangui, odaddyrabiou@icrc.org, +236 75 64 30 07