Nuestros emblemas

La cruz roja, la media luna roja y el cristal rojo brindan protección a los servicios médicos militares y a los socorristas que prestan asistencia en situaciones de conflicto armado. Más aún, los emblemas también sirven para identificar a los miembros de las Sociedades Nacionales del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Flags fly at the Mont-Blanc bridge in Geneva, marking the 30th International Conference of the Red Cross and Red Crescent.

El uso de los emblemas: claramente definido en el derecho

El uso y el uso indebido de los emblemas de la cruz roja, la media luna roja y el cristal rojo están claramente definidos en el derecho. Los Convenios de Ginebra y los Protocolos adicionales contienen diversos artículos relacionados con los emblemas. Entre otras cuestiones, especifican el uso, el tamaño y la ubicación de los emblemas, las personas y los bienes que protegen, quiénes pueden utilizarlos, el respeto que se les debe a los emblemas y las sanciones aplicables por uso indebido. Además, instan a que cada Estado Parte en los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales promulgue leyes nacionales que definan el uso de los emblemas y eviten su uso indebido.

Usos indicativo y protector de los emblemas

Los emblemas tienen dos usos principales: el "protector" y el "indicativo".

En primer lugar, en un conflicto armado, los emblemas son un signo visible de la protección que el derecho internacional otorga a los servicios, el material y loe establecimientos sanitarios. Esa protección se hace extensiva a las organizaciones humanitarias que también trabajan para aliviar el sufrimiento de las personas heridas, detenidas y civiles que se encuentran en medio de un conflicto armado. Este primer uso suele denominarse "uso protector".

En segundo lugar, las Sociedades Nacionales tienen permitido usar los emblemas para identificarse como parte de una red mundial que se conoce con el nombre de Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. En este caso, se trata del "uso indicativo" del emblema.

Las normas que rigen estos usos son muy precisas. En conflictos armados, el emblema protector debe ser de color rojo sobre fondo blanco, sin ningún agregado. Debe exhibirse en formato grande en edificios protegidos, como hospitales, y vehículos. Los emblemas puestos en los brazaletes y los chalecos del personal protegido también deben estar bien visibles y sin otras referencias. El ataque deliberado contra una persona, material o edificio que porte el emblema protector constituye un crimen de guerra, de conformidad con el derecho internacional.

El uso indicativo del emblema por las Sociedades Nacionales es diferente. En tiempo de paz, las Sociedades Nacionales pueden usar el nombre y el emblema cuando realizan actividades que no sean de asistencia al servicio médico de las fuerzas armadas. Por lo tanto, el uso indicativo corresponde, principalmente, al tiempo de paz. De hecho, los emblemas se usan como un logotipo. En tiempo de guerra, las Sociedades Nacionales pueden seguir usando el emblema indicativo, pero solo con la condición de que no sea posible interpretar que implica la protección conferida por el Convenio, es decir, que no se pueda confundir con el uso protector. Para ese fin, el emblema indicativo debe ser proporcionalmente más pequeño y no debe colocarse en los brazales ni en los techos de los edificios.

La historia de los emblemas

El primer emblema se remonta a 1864. Los gobiernos que asistieron a la conferencia diplomática, que adoptó el Primer Convenio de Ginebra de 1864, decidieron que se necesitaba un signo neutral y reconocible en el campo de batalla para proteger las instalaciones y al personal médicos. Optaron por una cruz roja sobre fondo blanco, como la bandera de la Suiza neutral pero con los colores invertidos. Además, era de fácil confección y se podía reconocer a la distancia debido al contraste de los colores.

Más adelante, una serie de organizaciones nacionales de socorro comenzaron a recibir el nombre de "sociedades de la cruz roja", y se estableció el uso indicativo del emblema.

La intención original de la conferencia de 1864 era crear un símbolo universal, neutral y distintivo de protección, que todos pudieran usar y reconocer. Pero en la década siguiente, durante la guerra entre Rusia y Turquía, el Imperio otomano adoptó la media luna roja como signo protector, aunque seguía reconociendo y respetando la cruz roja. Persia también adoptó su propio distintivo, y en 1929 los gobiernos formalmente reconocieron los tres.

La situación continuó así hasta 1980, cuando Irán dejó de usar el antiguo signo persa, el león y el sol rojos, y adoptó la media luna roja. A partir de los años 1990, despertó preocupación el respeto a la neutralidad de la cruz roja y de la media luna roja en ciertos conflictos armados particularmente difíciles. En 1992, el entonces presidente del CICR hizo un llamamiento público para que se creara un emblema adicional sin connotaciones nacionales, políticas ni religiosas. En 2005, los gobiernos adoptaron otro signo protector, el cristal rojo.